Sin wifi en el resort
Empieza una COP a pie de playa, entre discursos, tímidos avances y pocas libertades. Mientras, una aguja colipinta vuela más de 13 000 kilómetros sin hacer una sola parada.
Algunos animales, como los perros o los chimpancés, responden a las injusticias de forma similar a como hacemos los humanos. Quizá deberíamos dejarles a ellos lo de las negociaciones climáticas.
Esta semana volvemos con una newsletter centrada casi por completo en la COP27, la cumbre del clima que se está celebrando en Sharm el Sheij, Egipto. Aunque ya te hemos hablado de ello, si te lías con los conceptos climáticos y no sabes muy bien qué se espera de esta cumbre, no te pierdas este vídeo resumen. Y, si eres periodista y tienes que cubrirla, échale un ojo a esta guía de Covering Climate Now.
RONDA DE DISCURSOS
Los primeros días de las cumbres del clima son para los discursos. En el inicio de la COP27, han cobrado especial fuerza los de los países en vías de desarrollo, aquellos que más sufren las consecuencias del cambio climático a pesar de ser los que menos gases de efecto invernadero han lanzado a la atmósfera.
Reclaman que se haga justicia climática: que los países ricos (principales responsables del calentamiento global) ayuden a financiar su transición energética y que se establezca un mecanismo para compensar las pérdidas y los daños provocados hasta ahora por el cambio climático (por sequías, riadas o huracanes, por ejemplo).
En este sentido, Mia Mottley, la primera ministra de Barbados, atacó con dureza a los países industrializados. “Nuestra sangre, nuestro sudor y nuestras lágrimas financiaron la revolución industrial. ¿Vamos a tener que pagar ahora también el coste de sus consecuencias? Es injusto”, señaló. Los líderes indígenas de la Amazonía, por otro lado, denunciaron la situación en la que se encuentran su selva y sus territorios.
António Guterres, secretario general de la ONU, hizo un llamamiento a la colaboración y abogó por la creación de un pacto de solidaridad. Reclamó, entre otras cosas, que los países establezcan un gravamen a los beneficios de las petroleras y destinen ese dinero a la lucha contra el cambio climático y a los países que más sufren sus consecuencias.
Mientras todo esto sucede, la ciencia sigue ayudándonos a dibujar la situación en la que estamos:
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha adelantado algunas conclusiones del informe del estado del clima 2022: todo apunta a que los últimos ocho años han sido los ocho más cálidos de los que tenemos registro.
La financiación de estrategias de adaptación para los países en vías de desarrollo es entre 5 y 10 veces inferior a la necesaria. El principal moroso es Estados Unidos: aporta mucho menos dinero del que le corresponde por ser el mayor responsable histórico del calentamiento.
En las próximas tres décadas, 115 millones de africanos se verán forzados a dejar su hogar por el cambio climático. La mayoría se desplazará dentro de sus propios países.
HORA DE ARREMANGARSE
Entre discursos y apretones de manos, los primeros días de la COP27 también han dejado espacio para algunos avances. El primer acuerdo fue para ponerse de acuerdo. Es decir, para fijar las pautas de las negociaciones de la cumbre. Puede parecer poca cosa, pero no lo es. En la agenda se ha colado por primera vez la compensación por daños y pérdidas provocados por el cambio climático, tres décadas después de que la idea fuese propuesta.
En los próximos días, los líderes políticos se harán a un lado: es la hora de las negociaciones. Mientras esperamos resultados, estos son los planes y alianzas que se han presentado hasta el momento:
La OMM ha publicado una estrategia para que todos los países tengan un sistema de alerta temprana frente a desastres meteorológicos. Implementarla costaría 3100 millones de dólares, pero solo en los países en desarrollo evitaría pérdidas de hasta 16 000 millones anuales. Varias naciones han mostrado ya su apoyo a la iniciativa.
Tuvalu se ha sumado a Vanuatu para pedir un tratado de no proliferación de los combustibles fósiles. Es la primera vez que se hace una propuesta de este tipo.
España y Senegal han lanzado una alianza para compartir conocimientos y técnicas sobre cómo hacer frente a la sequía. Más de 50 países y organizaciones han respaldado el pacto.
Estados Unidos ha presentado un plan para desarrollar un nuevo mercado de créditos de carbono. Los países en vías de desarrollo temen que este movimiento busque alejar los focos de la prioridad de la COP27: la financiación.
Y la ONU avisa: se acabó el ecoblanqueamiento. La organización ha publicado un informe con pautas para que los organismos no estatales y las empresas dejen de hacer greenwashing y ha señalado que nadie podrá colgarse el cartel de verde mientras siga invirtiendo en combustibles fósiles.
BAJO EL MANGLAR
En los Jardines de la Reina hay más de un candidato al trono. En los manglares de este archipiélago cubano, estrictamente protegido desde 1996, vive una de las poblaciones de cocodrilo americano más saludables del mundo. Este, retratado por Tanya Houppermans, ha sido el ganador de los Mangrove Photography Awards 2022.
FUERA DE COBERTURA
Enclavada en la costa del mar Rojo, Sharm el Sheij es una auténtica ciudad de vacaciones, llena de resorts y muy alejada de la realidad de Egipto. Que la COP27 se celebre en un lugar tan aislado ha provocado las quejas de muchos grupos, tanto locales como de otros países. Basta con echar un ojo al mapa de los más de 400 jets privados que estos días han viajado a la cumbre. Volar es casi la única forma de llegar a Sharm el Sheij, y no todo el mundo puede permitírselo.
Más allá de esta primera barrera (y de los prohibitivos precios de los hoteles), las críticas también se dirigen a las pocas garantías democráticas del país. Egipto ha habilitado un único espacio para las protestas que solo puede usarse, tras un registro previo, entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde. Aun así, medio centenar de activistas se las ha ingeniado para manifestarse en el espacio principal de la COP27, la llamada blue zone.
Además, el Gobierno de Egipto ha arrestado a 138 personas en distintas zonas del país en respuesta a la supuesta organización de una gran manifestación. En la república árabe hay más de 60 000 presos políticos. Alaa Abd el-Fattah, uno de los presos más simbólicos del país, ha iniciado una huelga total de hambre y sed coincidiendo con el inicio de la COP27.
Ni siquiera los edificios en los que se celebra la cumbre se libran de la censura. La red wifi habilitada en los pabellones bloquea el acceso a centenares de webs de noticias y de organizaciones de derechos humanos. Toda medida es poca para evitar las protestas en un país que sigue teniendo como prioridad la venta de combustibles fósiles: lleva desde agosto imponiendo cortes energéticos a su población para ahorrar gas que planea exportar a Europa.
Cada semana, te traemos una noticia destacada de Climática, el medio español sobre cambio climático y medioambiente:
Las cabañuelas y Filomena: otro ejemplo de los medios al servicio de los clic
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EN POCAS LÍNEAS
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